Sólo sé feliz

La felicidad es para todos

Bienvenido/a a mi BLOG

Espero que leas mis escritos y los analices para una mejor comprensión. Después debes buscar tu felicidad. Si ya eres feliz, sólo sigue adelante.

Patrick's Music

Mis amigos y yo!!!

viernes, 26 de junio de 2009

Figura paterna

Mis padres, no sé si se amaron alguna vez. Se casaron por la iglesia e hicieron gran celebración, según me cuentan, además observé un video. En esa época, yo estaba en el vientre de mi madre. Me imagino que existía brillo en sus ojos porque sería mamá.

Jamás entendí el porqué del divorcio de mis papás. Quizá estuve engañado durante mucho tiempo. En realidad, aún no sé la razón. Desde ahí comienza mi vida, siendo el producto de un hogar desintegrado.

Cuando eres infante no puedes tomar decisiones ni opinar porque no te escucharán nada. No asimilaba qué clase de problemas podrían acontecer con regularidad. Por eso me cohibía, siempre fui así cuando estaba pequeño. Era tan ingenuo que dejé que sucediera de todo.

Yo sé que mamá deseaba ser muy feliz con un hombre que la valorara. Mi papá no lo hizo nunca. Ella buscó su felicidad y la encontró al conocer a Santiago Cantú, mi padrastro. Hasta el momento están felices, me alegra bastante. Lástima que mi madre no pensó en mí ni en lo que sentiría al tener otro papá.

Es cruel saber que papá no se preocupó por mí. Solo algunas veces recuerda que tiene hijo. A decir verdad, soy el único y no está cuando cumplo años. No lo conozco como debería ser. ¿Qué hice para vivir así?

He vivido casi dieciocho años al lado de mi madre y Santiago. De mamá no puedo decir algo malo, pues sé que ella no me abandona. Para mí, ella significa lo máximo. Creo que no existen palabras para expresar eso. La amo y es incomparable a cualquier mujer.

Yo sé que no soy hijo real de Santiago. Lo más seguro era que al nacer mis hermanitos cambiaría todo. No me equivoqué, sucedió así. Es una tortura competir en esa índole. Estoy consciente de que Santiago aprendió a quererme por el compromiso que tiene con mamá. Me ha corregido a su manera, me ha humillado y jamás pidió perdón por sus malas acciones hacia mí. Pero cuando me di cuenta de que a sus hijos, después de regañarlos a gritos, se va corriendo a abrazarlos para disculparse. Entendí que es lógico lo que pasa: las preferencias paternas son las triunfadoras. Sin embargo tuve que adaptarme a un hogar al que, en realidad, no pertenezco.

Yo no tengo la culpa te estar triste. Tampoco culpo a alguien. Simplemente me desahogo al escribir.
Mi mamá sabe que no quiero a Santiago. Es que solo le debo respeto por ser mi padrastro, porque me aconseja y me da solvencia económica. Amor de padre, quizá no lo conozco aún. Solo mi abuelito me ha amado y valorado como persona. Los otros me han felicitado en mis triunfos por compromiso.

También sé que por mis problemas emocionales, mi mamá y Santiago han cambiado conmigo. Ya no soporto las indirectas de mi padrastro. Hay muchas palabras y acciones que no podré olvidar: las veces que le pegó a mi madre y cuando me dijo –Gracias a Dios no eres mi hijo. Me das asco.- A él le importa ‘el qué dirán’ de las personas. Se avergüenza de mí, pero ahora no me importan sus ofensas. A pesar de eso no lo odio, mas no lo quiero.

Ojalá no vuelvan a decirme que “no pienso en ellos” al actuar como no lo acepta la cultura del país, pues no pensaron en mí ni en mis sufrimientos cuando formaron su nuevo hogar. Todo el mal que han hecho se lo pagarán a sí mismos. Lo mismo digo por mí.

No sé qué es un papá de hogar. Dios y mi abuelo son lo mejor como figura paterna. Te amo Papá Pablito.

domingo, 24 de mayo de 2009

¿Por qué será que los amores prohibidos son más intensos que los permitidos?

Los seres humanos somos individuos con un grado de placer muy extremo. Si fuera posible tener sexo cada día, así sucediera, lo cual no es permitido por el tiempo. No hablemos solo del coito sexual, hay que unirlo con el sentimiento que hacemos a cualquier momento: el amor. Entonces, eso se convierte en el “sexo amoroso.” ¿Quién ha tenido relaciones sexuales no solo por placer, sino porque el corazón lo pide? Es una interrogación sin necesidad de respuesta. Estoy seguro de que es lógico.

En el mundo existimos “millones y millones” de personas. ¿Quién no es feliz con su pareja? No sé, no poseo un dato exacto; pero es evidente que hay muchas “millonadas.” ¿Cuánta multitud busca su felicidad utilizando la infidelidad? En la actualidad, creo que la mayoría. Es que cuando estás atado a alguien, y aunque no lo ames de verdad, no lo puedes dejar por un amorío. ¡Wow! Esa es una realidad ‘totalmente verdadera.’

Esa es la realidad que nos gusta, aún así, nos fascina. La gozamos y disfrutamos porque provoca estimulación. Nos encantan los riesgos. ¿Quién se arriesga por sentirse amado y amar? ¡Uhh! No tengo idea, no sé su respuesta. Los amantes, es decir, nosotros; si no estamos con alguien fallecemos vivos, es como ‘dormir con los ojos abiertos.’ Entonces, ¿quién busca su felicidad? Todos los seres humanos, a pesar de que unos sean excluidos de la sociedad, sé que desean ser felices.

¿Cuántos amores permitidos existen? La verdad, creo que hay demasiados en la sociedad mundial. Por que ¿quién contrae matrimonio cuando se le da la gana? Acepto con firmeza que cualquiera que ame y se sienta amado, por lo menos al principio. “Es tan lindo y maravilloso casarte con alguien y formar tu propio hogar.” A veces, esas palabras son falsas, ni quien las dice se las cree con facilidad. Es divertido; pero cierto. Es que “muchas veces” confundimos el cariño con el amor de pareja. Quizá la boda solo sea aquel sueño que debe cumplirse por tradición. Por que ¿a quién le gustan las fiestas, más que eso, disfrutar de la buena vida? Yo diría que hasta a los sacerdotes les llenan de júbilo. Claro, ellos no se casan con una mujer; pero asisten a eventos, pues son comunes y corrientes como todos.

Ahora, ¿cuántos amores prohibidos hay? Qué cómica esta pregunta. Es verdad que todos los humanos tenemos, hemos tenido o tendremos algún día un amor prohibido. Pero ¿cuántos se encuentran? Probablemente, uno de un millón, aunque ese “uno” puedo ser yo, tú o el borracho de la esquina; cualquiera que sea estúpido de revelarlo sin cobardía y con cinismo. Lo dudo. Solo lo haría un pendejo. Yo no lo realizara, es que lo mío siempre será mío y lo tuyo es de tu propiedad ¿o qué crees?

Después de tanto cuestionamiento, podemos darnos cuenta de que un amor permitido siempre; pero siempre se convertirá en monótono y aburrido. Como somos seres sexuales y queremos amor, aquella bienquerencia que nos haga vibrar como lo deseamos en nuestra mente; nos encargamos de observar a alguien que lo dé sin desmesura. Empezamos a pecar, ese “pecado” que lo hacemos nuestro; no obstante, sabiendo que es malo, nos llega más al corazón. Nos enamoramos, nos armamos de valor para salir adelante con la infidelidad que es nuestra gran amiga. Por que ¿quién engaña con otro individuo a su pareja actual? Me abstengo a esa respuesta. Además, no solo las parejas heterosexuales actúan así. Analicemos ¿cuántos homosexuales, masculinos y femeninos, contraen matrimonio con un fulano del sexo opuesto? Ni pensarlo, doy garantía de que hay demasiada audiencia. “La infidelidad” ¿será que siempre existirá? Yo no quisiera, mas es la realidad de nosotros.

El amor prohibido nos satisface, divierte, tocamos las nubes, volamos, regresamos y volvemos en infinidad de veces. Si buscamos “nuestra felicidad” con el/la “otro/a” es porque el matrimonio solo es el nombre para ser reconocidos como aquellos que te cuento, “los esposos, es decir, marido y mujer.”

Finalmente ¿por qué será que los amores prohibidos son más intensos que los permitidos? Porque ‘el amor prohibido’ es algo escondido, el cual se convierte en riesgo. El miedo nos llena de valor y lo seguimos buscando; pero eso tiene una medida, puesto que si no hay cuidado se puede esfumar. Asimismo, como se siente más, se vive con locura. Entonces, se convierte en intenso. Es que aquella muchacha, “la clandestinidad.” ¿Verdad que te gusta la malvada?

miércoles, 18 de febrero de 2009

Brett De Zan, un amigo muy querido

Es un chico con un buen humor. Le gusta cantar bastante, pues su voz es apreciable. Suele ser muy cariñoso cuando quiere expresarlo. Utiliza un vestuario que lo hace ver muy galante. Su cabello rizado está muy cuidado y bonito. Le gusta actuar con sus amigos de manera especial. Por eso, siempre lo buscan para invitarlo a pasear.

Así como todos los jóvenes, Brett tiene problemas que lo agobian demasiado. Él quisiera salir corriendo a muchos kilómetros para evadir cada espina que lo clava. Creo que cualquier chico desearía huir y evitar seguir en conflictos.

Yo sé que las infelicidades nos rodean a cada momento. Sin embargo, una pizca de felicidad elimina poco a poco las barreras que se presentan. Creo que Brett está feliz, no sé porqué, pero es probable que haya encontrado a su amor verdadero.

Brett sufre en varias ocasiones. Para él, su peor barrera es su padre, pues siempre le hace la vida imposible. Sé lo que se siente estar con alguien que te critica y te humilla por nada. Es algo que no se entiende. La verdad estoy seguro de que su padre está pasando por la andropausia. A veces, siento tristeza cuando se desahoga conmigo, pero me gusta darle ánimos para que no se derrumbe su autoestima.

También sé que es cruel cuando te dicen que algo está mal y en realidad es lo contrario. Por eso le digo a Brett que soporte a su padre. Porque después de esa etapa en la que se encuentra ahorita, cambiará totalmente con él. Quizá no el carácter, pero la manera de relación será mejor.

P.D. Así que Brett, sólo te digo que sigas adelante. No te dejes vencer por los obstáculos que se te presentan. Sé feliz así como lo has sido al lado de tus amigos y “tu media naranja”.

Sinceramente, Tu amigo Pablo Alas que te quiere mucho

Mis hermanos y yo

Yo tengo dos hermanos que son muy traviesos. Mi hermano Saúl es el más enojado, nunca se puede contener lo malhumorado. También está mi hermanita Mirna. Ella es totalmente delicada y muy consentida por mis padres.

Saúl, Mirna y yo somos muy diferentes de personalidad. Sólo Mirna y yo tenemos un carácter parecido, pues mi hermana es caprichosa y yo también, es delicada como yo, le gusta la buena vida como a mí. Creo que por eso nos detestamos en momentos. Claro, nos queremos mucho, pero es difícil que nos entendamos.

En cambio Saúl es más descuidado y no le importa qué diga la gente de él. Es preguntón y nunca se queda callado. Saúl y yo si nos entendemos, aunque a veces nos enojamos y discutimos mucho, sé que sí.

Me fascina cuando los tres estamos felices y nos ponemos a cantar nuestras canciones favoritas. Creo que en esos momentos se ve el cariño y amor que nos tenemos recíprocamente. Me emociono mucho al escuchar las voces de mis hermanos, pues al oírlos, la felicidad entra en mí.

Aún recuerdo cuando estábamos más pequeños. Jugábamos de lucha libre en la cama Saúl y yo. Mirna por ser niña no peleaba, sino que era la princesa que miraba todo el show. Yo me encargaba de vestirla muy bonita para que pareciera una doncella ¡Qué momentos tan inolvidables!

En la actualidad, Saúl tiene 10 años de edad, Mirna 8 y yo 18. Estoy feliz de convivir con unos seres tan especiales como lo son mis hermanitos. Los adoro mucho y sé que siempre estaremos unidos.

Pablo, Saúl y Mirna, un trío de locos.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Un decálogo para reflexionar

+Si ofendes, ultrajado serás.

+Golpea y peor te irá.

+Sé hipócrita y te arrepentirás.

+Si dañas los sentimientos de alguien, dañado serás.

+Si respetas, serás respetado.

+Recibir premios implica ser generoso.

+Ayúdame que te ayudaré.

+Enámorate de verdad y serás amado.

+Si eres solidario, nunca pidas recompensa.

+Da los mejores consejos y recibirás una enorme recompensa.


sábado, 7 de febrero de 2009

Fingiendo ser otro para encontrar la felicidad

Al paso de los años, tu vida va cambiando. Vas creciendo y comienza la pubertad. El momento en el que inicia a atraerte una persona, pero no le dices porque te da vergüenza que lo sepa. Eso sucede por la inmadurez que aún existe. Continúan los cambios hasta llegar a la adolescencia y ya quieres tener tu primer amor.

Cuando eres adolescente quieres experimentar lo que nunca has hecho. Te dan deseos de besar a alguien. No lo haces porque todavía eres ignorante a eso. Pero lo difícil no es si besas o no, sino que lo importante es saber si te atraen los hombres o las mujeres. Es decir, si eres homosexual o heterosexual. ¿Te lo has cuestionado alguna vez? Se sabe que lo defines en el primer momento que te gusta una persona.

Después de haberte recordado lo que nos sucede a todos los humanos, quiero expresarme:

Mi nombre es Patrick Dimassi. Aquí relato algunos acontecimientos que han ocurrido en mi vida. Unos desastrosos, otros de tormento y pocos de felicidad. No es fácil vivir con tantos problemas que te atacan. No puedes dejarlos porque cada día es peor. Te deprimes y haces lo que sea para alejarte de lo que te tortura. No eres feliz ni por un solo momento.

Cuando iba creciendo, me comenzaban a atraer los chicos de mi edad y mayores que yo. No entendía porqué no me gustan totalmente las mujeres. Algunas veces las besaba, no lo niego, pero no sentía alegría. No sé que era. Sólo lo hacía por sentir un beso afectivo. Sabía que no me enamoraría y no sería feliz. Sin embargo, lo seguí haciendo, quizá para evitar problemas en casa o para fingir ser heterosexual.

Tenía 15 años. Aún no me aceptaba a mí mismo y el miedo me acorralaba. Yo creía que iba a ser una especie de persona “bisexual”, cuando eso no existe para mí. Es una vil mentira decirlo.

A veces, me sentía demasiado mal porque al no poder expresar lo que pasaba, mi autoestima moría, poco a poco. Tenía el deseo de decirle a alguien todo sobre mí, pero me quedaba siempre en silencio. Un día quise contarle parte de mi vida a una persona. El miedo me vencía. Hasta que tomé valor y confié en Clara Olano, la chica que se convirtió en mi mejor amiga. Ella me escucha cuando lo necesito y se preocupa por mí.

Después decidí hablar con mi prima más cercana. Su nombre es Cristal Miranda. Ella siempre me apoya porque dice: “Es mejor decirlo ahora y no actuar a escondidas.” Claro, me dio muchos consejos como protegerme para no contraer ninguna enfermedad. Por tanto, sé que puedo confiar totalmente en ella.

No todo terminaba en el desahogo con mi mejor amiga y mi prima, pues debía seguir fingiendo lo que no soy. Si lo dejaba de hacer, me atormentarían mis padres. Era complicado mentirles, es obvio que ellos tienen más años de vivir; por lo tanto, poseen mejores experiencias.

En casa no había conexión de internet sin límites, sólo el que se ingresa por línea telefónica. Quería continuar conociendo mi nuevo mundo. Siempre me conecté de escondidas para poder chatear en Messenger. No importaba que me regañaran. A veces, lo hacía de madrugada. Me gustaba arriesgarme. Mis padres no se enteraban, eso me alegraba bastante. No sabía cómo hacer para investigar. La solución fue actuar clandestinamente.

Los meses pasaban. Mis padres decidieron firmar un nuevo contrato en la agencia de internet ilimitado. Me emocioné porque pasaría chateando a cualquier hora. Así fue. No me alejaba de la computadora. Pasaba la mayor parte de mi tiempo a su lado. Prefería estar ahí y no comer. Pero cuando fui conociendo más de mi ambiente, entendí que no debía usar la máquina todo el día. Después la utilizaba cuando era necesario.

Cada vez que chateaba conocía a varias personas con las mismas atracciones sexuales. Fue interesante saber que no soy el único individuo así. Me motivaba a mí mismo imaginando qué podría hacer. En realidad lo que faltaba era aprender a vivir la vida.


A los días conocí a Krist Martínez, el hombre que se convirtió en mi primera experiencia. No me enamoré nunca de él. No sabía que existe el amor. Sólo fue para ganar conocimientos. Aunque por un momento pensé que sería feliz a su lado. Quizá porque me cuidaba y consentía. Siempre hizo lo que pedí.

Íbamos a conciertos de cantantes internacionales y a comer a lugares que yo no visitaba. Me la pasé excelente con Krist. Lo único detesté fue que él era mucho mayor que yo. Tenía 34 años y yo apenas unos 15, la diferencia de edades era extrema ¡Qué atrevido soy verdad!

El tiempo pasó rápido. Ya teníamos tres meses de relación y no era feliz. Decidí hablar con Krist. Le pedí tiempo para pensar en la situación, pero se negó y al final todo había terminado. Él tomó la decisión y yo la respeté. Lloró mucho. Sus lágrimas caían en mis hombros. Él se enamoró y se aferró a mi amor. Nunca en su vida amó tanto a una persona más que a mí.
A todo esto, mis padres no sabían nada. No existía confianza, pero reflexioné y me dije a mí mismo: “La vida sigue y buscaré mi felicidad, cueste lo que cueste.”

En la actualidad Krist y yo tenemos 4 años de ser leales amigos.


+La confesión a mis padres

Mis papás ya sospechaban mi tendencia. Probablemente por los comentarios de las personas entrometidas o por mis acciones y actitudes. Estaba aburrido de que me preguntaran -¿Te gustan los hombres?-y siempre respondía –No. ¿Cómo creen eso?- Ya me había desesperado de tantos interrogatorios que al final se convertían en regaños. No me hacían llorar porque de muchos que recibí, después no me importaron sus palabras.

Aún me sentía agobiado. Había algo en mí que me decía: “Dile a tus padres tu preferencia sexual.” Siempre lo pensé y lo dejé en mi corazón. Un día me volvieron a hacer la pregunta que detestaré toda la vida - ¿Eres gay, bisexual o qué? – todavía lo negué, pero después tuve que confesar lo que soy. También contar lo que había hecho hasta el momento.

Estaba nervioso, aterrado y me temblaban las piernas. Sólo recuerdo que dije-vengan les quiero decir algo: “Me gustan las niñas, pero siento atracción por los niños.”- Me sentí feliz al expresarme. Agradecí a mis padres que me escucharan y por comprenderme. Ese día dormí con tranquilidad.

Después de esa tranquila noche comenzaron los problemas en mi hogar. A veces me pregunto-¿Por qué no te entienden ni te apoyan las personas que en realidad quieres?-Cuando más las necesitas no están. No puedes estar en paz porque el tema principal eres tú. Te critican, te regañan, te ofenden y no te demuestran amor. No eres feliz en casa por las humillaciones diarias. Eso me sucedía a mí. Quise salir corriendo y huir, mas no pude.

No olvidaré las palabras que decía mi papá machista cada vez que me humillaba -Me das asco y no quisiera que fueras mi hijo- a cualquier persona le dolería escuchar eso. Es peor si es tu padre, la persona que te engendró. Otra frase que me hizo llorar fue –Todo lo que está en casa no te pertenece. No tienes derecho a nada- ¡Wow! Muy fuerte, pero lo soporté. Eso no es todo. Me expresó-Eres el culpable de todos mis problemas- En ese momento me di cuenta de que no debía seguir en ese lugar.

Los conflictos se multiplicaron. No estaba dispuesto a seguir soportando ser infeliz. Lo que me alegraba es que mi madre siempre me defendió. Más en los momentos de enojo de mi padre. Hubo una vez, que discutíamos todos. Para mí fue la peor noche. Mi papá me pegó y empujo a la cama. Mamá lo tiró sobre las escaleras, casi se cae. Los insultos fueron horribles. Tuve miedo a la separación de ellos. Comprendí que mi papá estaba pasando por su andropausia.

A través de lo que había sucedido, tomé una decisión muy importante. Escribí una carta expresando mis resentimientos. La dejé bajo la almohada de papá y me fui de casa. No dije hacia dónde me dirigía. Sólo empaqué algunas de mis pertenencias para un tiempo. Todo este plan lo supo mi mamá. Ahora se arrepiente de haberme apoyado. Además, eso ya pasó y tenemos que ignorarlo. Aunque no lo olvida porque sufrió mucho mi ausencia. También, mis hermanos me extrañaron.

Me hospedé en casa de mi prima Cristal. Sólo pude acudir a ella. Me recibió con mucho gusto. Eso sí, al principio sufrí porque es difícil adaptarse a un nuevo lugar. Aunque los dos meses que viví ahí fueron los mejores. Tuve libertad de conocer a varias personas y conviví algunas veces con ellas.

Por otro lado, fue triste. Me acostumbré a las limitaciones como poca alimentación, sin empleada doméstica, cada quien se ocupaba de sí mismo, no había teléfono ni dinero. Por tanto, fui aprendiendo a adecuarme a mi nueva vida. Después de dos meses, hubo una reconciliación con mis padres. Eso permitió que regresara a casa. Hoy estoy ahí. Actuando de forma clandestina como siempre. No puedo usar celular porque piensan mal de las llamadas.

Ahora, sé que ellos nunca me aceptarán tal como soy ni me apoyarán. Pero estoy seguro de que me aman desde lo más profundo de su corazón.

Así es mi vida.



+El amor llegó a mi vida

A pesar de la infelicidad que me atormentó mucho, seguí adelante con dignidad y con esperanzas de encontrar a una persona que sanara mis heridas. Estaba destrozado, aún no me recuperaba de la depresión que se apoderó de mí. Hasta que un día conocí a Dany Guevara por la internet, a través del chat. Tenía miedo. A veces no conversaba con él. Además, no sabía si algún día podría conocerlo.

Al paso del tiempo, seguíamos hablando todavía por chat, pero ya era aburrido así. Decidimos darnos los números de celulares para charlar con más tranquilidad. Casi todos los días nos comunicábamos. El único problema fue que en ese período el tenía novio. No me asustó saberlo porque para mí no era el primero ni el último hombre. A pesar de eso, continuamos conociéndonos; nuestros gustos, caracteres, problemas, miedos, alegrías, etcétera. Todo fue bonito a partir de esos momentos.

Estaba emocionado y feliz, pues el momento en que lo conocería había llegado. Le dije a Dany que fuera a la entrada de la residencial en donde vivo. Allí nos encontraríamos. Así fue, tal como lo imaginé. Me fascinó mucho. Al presentarnos me puse nervioso. Creo que eso es frecuente cuando conoces a alguien que nunca has visto. Platicamos bastante de nuestras vidas. Sentí que estaba en otro mundo. No paraba de pensar en él y quería estar siempre a su lado. Por eso, salíamos casi todos los días.

Recuerdo una vez que me arriesgué por llevarlo a casa, aún más por dirigirlo a mi habitación. Fue difícil, pero lo logré. Ese día fue genial, disfrutamos cada minuto. No hubo más que besos, pues sólo éramos simples amigos. Fue aburrido pasar un tiempo así. Yo fui el culpable de la infidelidad de Dany. Él tuvo que tomar una decisión. Se quedaba con Carlos o conmigo. Al final de todo, nos hicimos novios.

Nunca olvidaré el día que formalizamos nuestra relación. Fue un 11 de abril. El cariño era mutuo y el amor comenzó a nacer en los dos. Un sentimiento difícil de vencer porque todos los días han sido diferentes y llenos de alegría. Desde ahí, mi vida comenzó a conocer la felicidad. Dany pasa pendiente de mí a cada momento. Toda la semana paseamos y comemos juntos antes de clases. Después me deja en la universidad y él se va para su centro de estudios.

Poco a poco, el amor ha ido creciendo. Cada día es más fuerte y la infidelidad nunca se ha presentado. Eso es una prueba de que una “relación amorosa” entre homosexuales (gays) se puede llevar a cabo. Quizá nadie lo crea y diga que sólo es por satisfacción sexual, pero yo estoy seguro de la existencia de ese sentimiento. Lo he sentido, vivido, disfrutado y sobre todo conocido. Por eso, no hay que permitir que alguien te bote las ilusiones. Sólo hay que dejarse guiar por el corazón.

Es bonito recordar los acontecimientos que Dany y yo hemos vivido. Como la primera vez que tuvimos sexo por amor, es decir, ‘hacer el amor’. “Todos dicen así, aunque esa acción la hacemos todos los días, todas las personas, no siempre al realizar el acto sexual; sino a cada momento.” Ese día fue muy especial. Sé que ninguno de los dos lo olvidará. Es cómico porque fue en casa de mis abuelos. En realidad hubo riesgos, pues los vecinos nos podrían ver y teníamos miedo. Sin embargo, nos funcionó la agilidad que realizamos para ingresar a la vivienda. Lo peor de todo es que tomé las llaves sin pedir permiso. ¡Wow! Siempre “Patrick clandestino.” A fin de cuentas, estoy enterado de que así es la vida de nosotros los gays.



Los consejos que les doy a los padres son:

Amar a sus hijos, eso es lo más importante. Apoyarlos moralmente. Aceptarlos tal como son, sin ningún reproche ni impedimentos. No permitir el irrespeto en el hogar. Ser conscientes de la tendencia que poseen. Defenderlos de cualquier mal que les deseen.

Si lo hacen podrán evitar los problemas que mis padres no se imaginan tener. No tengo solución más que ser “clandestino total.” Nunca seré libre para ser lo que soy en realidad.

HISTORIA BASADA EN MI MEJOR AMIGO PATRICK DIMASSI
Por: Pablo Alas

América, un continente valiente que lucha por un cambio social

Al paso de los años, los pueblos americanos, a pesar de tantos golpes que los han dañado, han crecido con un nuevo espíritu de lucha y una nueva esperanza. La lucha ha permitido que se vayan venciendo, poco a poco, los horribles obstáculos que han invadido a la diversidad de comunidades. Ya ni la amenaza de muerte intimida ni mucho menos derrota.

América es un continente de buena perseverancia, es decir que a pesar de caer, todo vuelve a comenzar. Siempre está existente el valor para levantarse y recuperarse de los problemas y malas experiencias.


Por lo tanto, ya es tiempo de que se luche por un cambio extremo en la sociedad. Que no sea sólo un simple decir, sino que los individuos opten por lo real, ya sin ninguna farsa ni fraude. Es necesario que la ciudadanía abra los ojos y vea lo que sucede en el mundo y en su nación, puesto que todo lo ven “color de rosa”, como si nada estuviera pasando en la actualidad.

Es increíble pero cierto, que las personas están hundidas en un abismo fuera de la realidad, ignorando cuántos asesinatos hay, cuántos secuestros, cuántas violaciones sexuales, y así continuaría la lista de miles de injusticias.


Es preciso decir que algunas personas sí están al tanto de la problemática social. Han reflexionado y pensado de acuerdo con lo que sucedió en los años anteriores. Por estos individuos que buscan la verdad, se hace posible la justicia. Aunque lo conveniente sería cambiar, unidos todos, la política de hoy.

Si todos quieren vivir felices y sin temores, es necesario que actúen de acuerdo a su realidad.

Los países de América han luchado por un cambio social, guiados por su valentía, perseverancia y voluntad. Asimismo, han vencido obstáculos en la sociedad.

Lo que se pretende es hacer visibles los problemas que agobian a cada ciudadano. Después de lograr ese primer paso, continuar con la iniciativa de crear una sociedad nueva y con menos dificultades. Es decir, un cambio social de verdad.

viernes, 6 de febrero de 2009

Mi abuelo Pablo Vásquez, “Papá Pablito”

Pablito Vásquez es un señor con un buen corazón.Todas las personas que lo conocen le demuestran su aprecio y lo adoran mucho. No se deja de nadie cuando le faltan el respeto. Está lleno de fuerza y salud para continuar viviendo. Mi abuelita siempre ha estado junto a él y nunca se han separado. Salen juntos al supermercado, a la iglesia o a visitar a algunos familiares.

Aún recuerdo cuando mi abuelo trabajaba en la Asamblea Legislativa. Era el asistente del presidente del lugar. Viajaba en autobús y respetó el horario de actividades que tenía asignado. Nunca faltó a sus responsabilidades. Al regresar a casa, siempre lo recibía de primero, le daba un beso en la mejía con todo mi amor. Todos los días me daba un regalito, no me importaba qué fuera, pero me ponía alegre al saber que jamás se olvidaba de mí.

En aquel tiempo yo era un infante. No recuerdo la edad, pero sé que viví la infancia en casa de mis abuelitos. Mi mamá también estaba con nosotros, sólo que se mantenía en el trabajo. Entonces, yo permanecía con mi linda abuela Esperanza, pero todos le decimos “Mamá Pelancha”.

Mi abuelo es una persona especial para mí porque nunca me dejó solo. Sé que para mis hermanos y primos también, pues Papá Pablito ha sido cariñoso con todos. Aunque yo soy el consentido, puesto que mis abuelitos me criaron desde que nací.

Papá Pablito siempre ha sido divertido, le gusta reír y disfrutar con toda la familia. Cuando bebe licor es más gracioso, por las incoherencias que se le ocurren, no termina de decirlas. Si no hace eso, se queda dormido en el sofá o en una silla del comedor. Todos lo observamos y nos da alegría tenerlo entre nosotros.

Cada año mis abuelos se van de viaje, pues tienen que ir a disfrutar con sus demás hijas y nietos, es decir, mis tías y primos. Cuando se van los extraño mucho y anhelo el día en que regresarán. Me alegra que disfruten sus últimos años de vida, pero me llena de tristeza saberlo. El momento en que ellos mueran, será muy triste. Pero así es la vida y la debo aceptar como es. Espero que no sea pronto y deseo seguir pasándomela al máximo a su lado.


Pablo Vásquez será recordado para toda la vida y quedará dentro del corazón de cada persona que lo estima. Por el momento, sólo hay que disfrutar con él y con Mamá Pelancha. Sé que Dios les dará muchos años más de vida para estar con la familia y todos sus amigos.

Es una alegría tener a mi abuelito con vida. Para mí es un honor recordar lo que hacía en en su época de adultez y estoy feliz por escribir unas palabras nacidas del corazón.

Paolo De Conti, un amigo especial

Yo soy de las personas que observan todo a su alrededor. Un día fui a clases como siempre. En ese tiempo aún estudiaba Licenciatura en Diseño y me fijé en un joven que era compañero mío. Probablemente se dio cuenta de que lo miraba cada vez que entraba al salón. No lo hacía de mala fe, sólo veía sus acciones. Su nombre es Paolo De Conti. Recuerdo que una vez vi sus pies y se enojó mucho. Según él, fui un entrometido. En realidad, sólo quería su amistad. Paolo me confesó que no congeniaba conmigo al principio de conocernos. Quizá por mis actitudes de carácter fuerte o por ser crítico de su persona.

A los días nos fuimos conociendo y le decía lo malo que observaba en él. La verdad, no sé si las veces que se lo he dicho se enoja, pero siempre que hablamos le expreso lo que siento. Recuerdo las primeras críticas que le reprochaba: “No mires al suelo cuando pasas al frente de los demás”, “No debes evadir la mirada de nadie” y sobre todo “Tienes que poseer un carácter fuerte”, y “Por favor, elimina todas las debilidades que te deprimen. No te ayudarán en nada y nunca lo harán.” Al principio, Paolo me decía –No puedo hacer todo lo que me pides-- Yo le respondía – Claro que puedes. Si yo he podido cambiar todo lo que me dañaba, sé que tú serás un triunfador – Poco a poco, hizo lo que yo le decía. Aún se le dificultaba mucho. No se adaptaba a una vida diferente y mejor. No era feliz todavía.

Desde que conocí a Paolo he sido muy crítico, humillador y algunas veces actúo con carácter suave, pero seré fuerte ante cualquier problema que lo ataque. Me alegra mucho que los cambios en él se estén efectuando y sé que aún hay debilidades que eliminar. Lo importante es que tomó una buena decisión al escuchar todos mis consejos.

También sé que Paolo está buscando su felicidad. Lo estoy ayudando para que no tome malas decisiones. Para mí es emocionante ver a alguien diferente. Hoy puedo decir que es mi amigo y que lo aprecio mucho. Nunca se lo expreso, pero él sabe que el afecto que me da es recíproco.

Paolo es una persona de futuro. Sé que hoy no dejará que los demás se aprovechen de su inocencia. También doy por hecho que será feliz, cueste lo que cueste. Para mí es un luchador fuerte y lo felicito por sus logros. Espero que nuestra amistad siga en crecimiento todos los días.

Finalmente, si mi amigo cumplió su meta, sé que cualquier persona que desee hacer un cambio en su vida, lo logrará a pesar de los obstáculos que se presenten. Todo será para buscar la felicidad y encontrarla. No hay que dejar que algo impida que seamos felices.

martes, 3 de febrero de 2009

La andropausia, una etapa difícil de la vida

Todas las personas aumentan de años. Poco a poco, se acerca la vejez, el momento en el cual se presenta la menopausia en las mujeres y la andropausia en los hombres. Este fenómeno biológico se manifiesta a partir de los 45 a 50 años de edad. La mayoría de casos se habla de “la mujer y la menopausia”. Quizá porque se piense que ese problema emocional no se da en los hombres. Lo real es que sí. Ellos sufren ese trastorno, aunque no lo parezca.

Es difícil reconocer cuando los hombres padecen del proceso de envejecimiento llamado “andropausia”, pues el carácter personal que tienen es fuerte y los síntomas no son visibles con facilidad. Por tanto, nunca se dan cuenta de lo que les pasa. Sólo las personas que conviven cerca de ellos o viven a su lado se enteran de tal fenómeno. Al principio lo dejan desapercibido porque creen que el individuo actúa normal. En la mayoría de veces, esta perturbación llega a los hombres cuando ya han formado su hogar, pues son adultos mayores y es probable que posean un buen empleo.

Es perturbador vivir o convivir con una persona que esté pasando por esa etapa natural. Suele ser peor que cualquier otro problema de carácter social familiar. Quienes sufren demasiado son la esposa y los hijos. No entienden el porqué de su cambio y quieren que el jefe de la familia actúe como siempre. Aunque exista ese deseo, no se podrá cumplir hasta que termine ese proceso.

Hay comentarios de los hijos que han sufrido esta etapa al lado de sus padres. Recuerdan cuando el enojo fue más fuerte y difícil de vencer. Cuando no se les podía decir absolutamente nada a menos que quisieran problemas en casa. Cuando se desahogaban los humillaban a cada momento. Además, la agresividad crecía cada día. Si algo era bueno, para ellos estaba mal. Las discusiones las hacían de manera inconsciente. Y lo peor de todo es que no se daban cuenta de la forma en que actuaban diariamente. El colmo es que creían que sólo ellos poseían la razón y la sabiduría. “Es cruel permanecer ese tiempo con tu padre.” Así lo expresan los jóvenes resentidos que quisieran que ese momento de cambios jamás se hubiera presentado en la vida de sus padres.

A fin de cuentas, así es la vida. No se puede cambiar a las personas por el deseo propio. Nunca se podrá lograr. Por lo tanto, sólo hay que dejar que “las etapas de la vida” pasen y culminen de la debida manera. Es mejor vivir como está planteado, es decir, como lo dicta la naturaleza. Si se altera, los problemas pueden ser abundantes. Es así como la andropausia, un fenómeno de trastornos emocionales y caracterizado como natural, se presenta en todos los hombres. En algunos casos no es visible, pero siempre sucede.



¿Por qué hay siempre algo que te impide ser feliz?

Es una pregunta abierta de difícil respuesta. Muchos nos la cuestionamos, pero no la respondemos de forma clara. En la vida pasan tantos momentos agradables y a veces los malos son demasiados. Creo que así nos resulta la vida a todas las personas. Siempre buscamos la felicidad y al final recibimos la infelicidad. Es algo muy extraño que no sucede sólo por “suceder.” Quizá nunca entendamos porqué la alegría interna no es infinita. Probablemente por no tener fórmula.

Todos quisiéramos que nuestra vida estuviera llena de toda la felicidad que existe, pero no debemos olvidar que es un sentimiento abstracto y lo tendremos cuando lo acepte nuestro corazón. Es algo que sucede al no esperarlo, pues se es feliz cuando no se desea. Si se planificara, todo sería aburrido y monótono.

Algunas personas culpan a la vida de injusta, pero cada quien vive como quiere. Por ejemplo, si alguien es enojado y agresivo no puede obligar a otra persona a actuar de la misma forma. No entiendo cómo hay gente que busca ser infeliz por gusto propio. Claro, no siempre será “color de rosa la vida”, pues si no hubiera sufrimientos no se creciera como persona ni se le encontraría sentido seguir viviendo en este mundo.

La felicidad no es constante todos los días, nunca lo ha sido y jamás lo será. Por eso, algunas veces, hemos estado alegres, pero si recibimos un anuncio de mal gusto como la muerte de alguien especial, la tristeza entra en nosotros sin pensarlo en el momento. Yo entiendo que todos los humanos somos seres sentimentales, asimismo, podemos tener carácter personal fuerte o débil, y siempre sentimos lo bueno y lo malo que nos da la vida.

En realidad, yo creo que será muy feliz la persona que dé felicidad y que demuestre afecto a quienes se lo merecen. También ofrecer ayuda si es necesario. Nunca envidiar los frutos del prójimo y sobre todo aprender a ser feliz con todas las infelicidades que rodean diariamente a la vida.

Finalmente, quiero expresar que la felicidad no se gana con lo material. Hay personas que dicen ser muy felices por la capacidad económica que tienen. Eso es una vil mentira, puesto que piensan que con dinero pueden comprar los momentos de alegría que no han logrado nunca. Entonces, si jamás han estado contentos por sentirlo, es porque no conocen qué es estar con una sonrisa real y gritarle a los cuatro vientos “Estoy feliz.” Por lo tanto, “la felicidad” se logra buscándola, mas no deseándola. Y ese “algo” que impide ser feliz somos cada uno de nosotros que ponemos obstáculos en nuestro camino.


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